lunes, 30 de abril de 2012

"Te premurio, te artirio, me mareo. Me artabulás, de espaldas, de un rablán a otro de tu sarsa. Así. Pero no me artabulás a mí. Ya sé, ya sé. Des-desenmaraño los colores del cirartuvio, mezclo una canción mal tarareada con el fugaz recuerdo de la busín. Vos estás en otra parte, ahogando tus ganas, tus ganas de aectarear, desde el fondo de tu garganta. Lo ahogás todo en el humo de un cigarrillo. Y quema un poco ese falso silencio, tan lleno de vos, tan vacío de lo que yo quiero.Y por más que lo intente, no logro comprenderte. Por más que juegue, por más alsatarios que vuelen en mí, no llego. No hay manera siquiera de asomarme al inmenso abismo de vos, de tu no-per-so-na. Es como si estuvieras hecho de sabores, de dolores que no conozco, de un interrogante tras otro. Y en vano intento destapar en vos un espejo, porque sos incapaz de reflejar a nadie; pero, en cambio, sabés guiar, sabés poner en un camino mal apisonado todos los armanteros que vas encontrando.Y como si pudieras leerme, como si tuvieras una mínima idea de lo que estoy pensando, te das vuelta de a poco. Me soltás un boex con la mirada. Y yo te contesto sin palabras ni tacto, boex de tus maneras, de esa ventana." Enero 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario