sábado, 9 de junio de 2012


Como una tonta,
ando esperando una señal.
Una llamada, un mensaje,
una canción, un dibujo,
un poema;
cualquier cosa que me diga qué hacer
con todo el tiempo y el dolor
que se agolpan en la garganta,
en las manos y
(sobre todo)
en los ojos.
Alguna cosa que me saque
de mi espiralado delirio,
y que me muestre que en el centro
hay algo.
Sea o no sea que
ése incómodo centro
seas otra vez vos.

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