La sombra tiene,
de pronto,
un cuerpo,
una sonrisa,
una voz de ruiseñor.
Tu mirada se llena de nada
y ahora me alegra
tener otros brazos
acariciando mi almohada.
La destrucción se mete esta vez
a romper la magia.
A romperse a sí misma,
a desayunarse
mis ganas,
mi sueño, mis planes.
Y con cada beso,
cada mirada,
voy juntando las migajas
de mi vida pasada.
Para recuperar las lágrimas
inútilmente derramadas,
las horas de locura,
la sed jamás saciada.
Dormir hoy entre tus hojas
es la dosis
que me da calma.
y ahora me alegra
tener otros brazos
acariciando mi almohada.
La destrucción se mete esta vez
a romper la magia.
A romperse a sí misma,
a desayunarse
mis ganas,
mi sueño, mis planes.
Y con cada beso,
cada mirada,
voy juntando las migajas
de mi vida pasada.
Para recuperar las lágrimas
inútilmente derramadas,
las horas de locura,
la sed jamás saciada.
Dormir hoy entre tus hojas
es la dosis
que me da calma.
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